No hace tanto tiempo mis amigos y yo jugábamos a fútbol siempre que
llovía. Era muy curioso, empezaban a caer las primeras gotas y no hacia falta que
nadie llamase a nadie ni organizar nada. Poco a poco, de uno en uno o de
dos en dos, los niños nos acercábamos a un campo cada vez mas mojado hasta que había dos
equipos y simplemente empezábamos a jugar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario