
Detesto el día y amo la noche.
rezo todo el atardecer
implorando un negro cielo despejado
en el que herir mis ojos buscándote,
un destello-un reflejo-una sombra surcando la bóveda
y confundir el frío con el estremecimiento por haberte intuido
Foto: Valentina Tereshkova, cosmonauta.
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